La tensión en el mundo urbano estalló cuando Toxicrow apareció en un video en vivo con un semblante que nadie había visto antes. Con los ojos vidriosos y la voz quebrada, anunció que estaba listo para contar “su verdad”, una verdad que, según él mismo admitió, llevaba demasiado tiempo guardada. Los seguidores, intrigados y en silencio, esperaban un anuncio musical… pero lo que vino fue mucho más personal.
Toxicrow comenzó a hablar del apodo “el Delivery”, un mote que se hizo viral en redes y que él describió como un golpe emocional devastador. En esta versión totalmente ficcional, explicó que ese sobrenombre había perforado su autoestima y afectado aspectos íntimos de su vida. Con un gesto cansado, confesó que cada vez que alguien lo llamaba así, sentía que su identidad artística se desmoronaba.
Según esta narrativa dramatizada, la presión mediática habría tensado su relación con La Insuperable, quien, agotada por las burlas y el ruido en redes, habría decidido tomar distancia. El público quedó atónito cuando Toxicrow habló de la separación como un proceso doloroso, insinuando que los comentarios y la imagen pública habían puesto demasiada carga sobre ambos. El dolor se reflejaba en su mirada mientras intentaba continuar su relato.
Mientras tanto, La Insuperable mantenía un silencio absoluto, un silencio que solo alimentaba las especulaciones. Su cercanía —en esta historia ficticia— con Melvin Flow se convirtió en el centro de rumores, creando un triángulo emocional que puso a los fanáticos en modo detective. Cada gesto, cada publicación, cada ausencia era interpretada como una señal oculta.

Toxicrow reveló también que sus frecuentes visitas a la discoteca “París” eran su manera de escapar, aunque en realidad, confesó, terminaba recordando más de lo que lograba olvidar. En esta dramatización, describió ese lugar como un refugio donde la música ahogaba por un momento el ruido de las críticas y la melancolía de la ruptura.
Las redes sociales se incendiaron. Los seguidores se dividieron entre los que apoyaban a Toxicrow, los que pedían explicaciones a La Insuperable y los que simplemente querían saber qué ocurriría después. El drama, como era de esperarse, creció minuto a minuto, convirtiéndose en el tema más comentado del momento.
Ahora, con Toxicrow intentando seguir adelante y La Insuperable envuelta en misterio, la historia —totalmente ficcional en este relato— se mantiene en suspenso. Muchos se preguntan si habrá un reencuentro, una aclaración o un capítulo aún más explosivo. Por ahora, lo único seguro es que este drama urbano no ha dicho su última palabra.